Webs y blogs


Existe una tendencia actual entre muchos expertos de marketing a identificar el blog como una herramienta de la web 2.0. (en base a su interactividad) y a valorar la página web como una herramienta de comunicación unidireccional, un poco obsoleta.

Un importante hándicap que tiene la web, dicen, es su elevado coste y la necesidad de profesionales con capacidad para programarla, lo que provoca que la comunicación no sea tan ágil como a través de un blog.

Evidentemente todos estos expertos se mueven en un ambiente profesional relacionado con el marketing digital y muchos ofrecen sus propios servicios de consultoría o servicios relacionados. Es evidente que en su caso el blog es una herramienta muy valiosa ya que les permite interactuar con sus posibles clientes e informar u opinar sobre todas las novedades para posicionarse como referentes.

Pero ¿qué pasa con una empresa de bienes/servicios industriales?

Un blog de empresa no es una tarea sencilla. Alimentarlo con contenidos es complicado y si éstos son corporativos se puede caer en una especie de sección de “Noticias de Actualidad” ya presente en la web de la empresa (y que probablemente no generará el interés buscado por usuario ya que tendrá poco valor añadido). Alimentarlo con contenidos que generen valor a nuestros posibles clientes es laborioso y exige la implicación de más partes de la empresa (principalmente áreas técnicas) lo que le convierte en una herramienta ya no tan ágil como esperábamos. Precisamente es aquí donde una empresa pequeña o unipersonal adquiere ventaja ya que probablemente los mismos técnicos o especialistas sean conscientes del valor del blog. Por ello para autónomos especializados se puede convertir en una herramienta de enorme valor que les pueda permitir convertirse en referencia en el sector con muchos medios menos de lo que necesitarían hace años.

Por otra parte, la web sigue siendo imprescindible en una empresa y sobre todo si es dirigida a un mercado B2B. Si nuestra intención es que cualquiera pueda encontrarnos, conocernos y saber que productos/servicios ofrecemos no solo debemos tener una web preparada a tal efecto sino que debemos tomar las medidas oportunas para posicionarnos en buscadores y controlar nuestra reputación en la web. El papel de la web ya no solo debe limitarse a ser una perfecta tarjeta de presentación sino también tiene que añadirse el concepto de “persuabilidad”, lo suficientemente persuasiva y usable para no conformarnos con atraer visitantes sino también obtener los retornos esperados.

Alrededor de la web sí tendremos todas las herramientas 2.0 que consideremos necesarias que nos permitirán cualquier comunicación bidireccional. Entre ellas puede estar perfectamente el blog.

Para la realización de un blog es más interesante si los hacemos sectoriales, segmentando nuestra clientela y sin hacerlos corporativos. Generará mucho más interés y será más fácil la implicación de figuras externas a la empresa.